Tres opciones en las que se conjuga el espíritu de la Navidad para disfrutar estos días.
Concierto de año nuevo. Este año repite Georges Prêtre, para mí, junto con Nikolaus Harnoncourt, quien mejor interpreta la alegría que encierra las obras de la época dorada del imperio Austro-Húngaro. Ese ritmo tan especial que ambos imprimen en su interpretación, de aceleración y ralentización, de dirección con el cuerpo, con las manos, con la cabeza. Esa lectura entre notas para encontrar los relieves y los contrastes es realmente inalcanzable para otros con más renombre. Y acabar siguiendo con las palmas la Marcha Radetski.
Cuento de Navidad, de Charles Dickens. Es un cuento fantasmagórico, que no de terror, en el que tres Espectros de la Navidad, a través de unos viajes a la infancia de Mr Scrooge, a las navidades de su empleado y de su sobrino y finalmente a su futuro, hacen que Mr Scrooge se redima y celebre la Navidad en familia y haciendo el bien a sus congéneres.
Love Actually. Ambientada en el Londres de las semanas previas a la Navidad, un grupo heterogéneo de personas, conocidas entre sí, hacen florecer los diferentes tipos de amor con sus respectivos tipos de parejas. La escena inicial es tan simple como ilustrativa: una terminal de llegadas de un aeropuerto mostrando cómo la gente que llega se abraza, besa, ríe, llora, alegra, etc con la que espera su llegada. Magníficos Alan Rickman, Emma Thompson y Colin Firth.
martes, 29 de diciembre de 2009
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Me quedo con Love Actually, estupendo elenco de actores y entretenida película.
ResponderEliminarFeliz 2010!!!
Dickens marcó el inicio de mi adolescencia con la versión que se estrenó en el año 1974, mas o menos (no estoy seguro del año, hace demasiado tiempo ya). La recuerdo con algo de nostalgia y ese sinsabor que deja de fondo.
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